Trabajo semana 10

http://www.elespectador.com/opinion/columnistasdelimpreso/antonio-casale/columna-230186-canchas

Introduccion
Últimamente he visto partidos más emocionantes en el fútbol colombiano. Se trata mejor al balón, se piensa un poco más, se ven más goles y con la llegada de las últimas jornadas del torneo regular aparece la adrenalina propia de la clasificación. Se ha mejorado en un detalle simple, pero fundamental, las canchas.
Apoyo a la introducción
Los puristas dirán, con razón que no hay marca en la mitad, que pocos equipos saben reagruparse cuando pierden la pelota, que las defensas en general son un desastre, que las escuadras lucen partidas y con muchos espacios entre líneas, que hay mucho vértigo y poco talento. Tienen razón, no puedo negar el pobre nivel en el que nos encontramos, pero dentro de todo ese desastre, aparte de las ganas que muestran muchos jugadores, el estado de las nuevas canchas en algunos estadios permite un mejor espectáculo.
Segunda idea
Muchas canchas del país fueron objeto de reestructuración parar cumplirle a un mundial juvenil Fifa, a realizarse, extrañamente, en un país cuyo fútbol aparece cada día más envuelto en dineros de dudosa procedencia. Da gusto ver cómo rueda la pelota de manera adecuada en Bogotá, Medellín, Manizales, Barranquilla y Armenia. Veremos lo mismo en ciudades como Cali, Pereira y Cartagena.
Apoyo a la segunda idea
Son canchas hechas específicamente para jugar al fútbol, eso sí, contradiciendo las sugerencias Fifa que, en el caso de Brasil para el Mundial 2014, sugirió que los nuevos estadios fueran construidos con propósitos “multiarena”, es decir, donde se puedan llevar a cabo también actividades distintas a este deporte. Sin embargo, es el legado positivo que le dejará el Mundial Sub-20 al fútbol colombiano. No. La inversión, por supuesto, es, en su mayoría del Estado, que bien podría actuar con la misma eficacia cuando de limpiar las instituciones de dineros calientes se trata.
Claro, como el Mundial no pasa por Cúcuta, Ibagué, Neiva o alguna de las ciudades donde se intenta jugar al fútbol en la B, allá seguiremos viendo seres humanos tratando de parar un balón, mientras este rebota en toda clase de obstáculos en un campo que más parece de rally que de fútbol.
Conclusión
Son verdaderos potreros, de esos donde se juega por el roscón y la gaseosa en el recreo, y no por el orgullo de representar a una región en el campeonato profesional en el país y, muchas veces, como en el caso del Tolima y el Huila, en el ámbito internacional.


Segundo texto
http://www.elespectador.com/opinion/columnistasdelimpreso/daniel-pacheco/columna-230286-like




Introduccion

LA REVOLUCIÓN DE INTERNET 2.0 es por estos días objeto de candentes discusiones en Estados Unidos. El centro del debate es qué tan revolucionarias son las redes sociales para canalizar cambios sociales.
Apoyo a la introducción
Y es que desde hace varios años hemos sido muchos, en Estados Unidos y en el resto del mundo, los que, con diversos grados de optimismo, vimos en la internet una puerta para lograr cambios radicales. Yo, por ejemplo, me estrené en el activismo pro despenalización de las drogas, vía un grupo de Facebook; una aplicación de esta red social que ha pasado al salón del desuso con una rapidez impresionante.
Segunda idea
La chispa en Estados Unidos fue un artículo de Malcom Gladwell, un periodista con una narrativa tan cautivadora como retórica, en The New Yorker. Gladwell no sólo osó poner en duda la magnitud del poder de las redes sociales como herramientas para el activismo, sino que defendió lo que hasta ahora era impronunciable: que las redes sociales eran contraproducentes para lograr cambios reales.
Profundiza la introduccion
La verdad sea dicha, para una revolución que en teoría debía haber avanzado con una rapidez proporcional a como mueve información y crece en usuarios (Facebook ya es el tercer país más grande del mundo), los logros de las redes sociales no son abrumadores. No hay ni un caso bien documentado de revoluciones vía Twitter o Facebook. Sí, el mundo se enteró de que en Irán se robaron las elecciones, pero se las robaron de todas formas. Sí, en Colombia estuvimos sumergidos en una ola verde, pero de eso ya sólo queda la presidencia de Santos y la cifra de abstención entre votantes jóvenes.
Apoyo a la segunda idea
Sin embargo, irse al otro lado y sostener que las redes sociales hacen más difícil el activismo “real” es sufrir del mismo radicalismo de los evangelistas de internet 2.0. Según el argumento de Gladwell, la gente que participaría en un movimiento de verdad hoy siente que con espichar el botón de “like” en Facebook ya ha hecho suficiente, y no por eso va a salir a la calle a enfrentarse con el Esmad. Si alguien me dice eso, asumiría que con Facebook o sin Facebook no habría salido a la calle de todas maneras.
Conclusión
Se reventó la burbuja y nos encontramos con miles de “likes” entre las manos, que valen lo mismo que miles de volantes repartidos entre la basura. Y aunque las redes sociales sí son una herramienta potente para informar y coordinar movimientos, ahora volvemos a la búsqueda de esa vieja receta esquiva: involucrar tanto a las personas como para que esperen bajo la lluvia.
Mario Alberto Alfonso Prada                                  Grupo 10 



1 comentarios:

erika lizeth rojas vargas dijo...

Esta bien analizado pero falta un poco de análisis en la super estructura argumentativa, falto describir cuales eran las dos variables por la cuales nos podemos guiar en el texto, ya que el texto es interesante pero se podría analizar mejor identificando las variables.